De hecho, y siempre en palabras de este diario, la Luna se separa aproximadamente unos 3,78 centímetros por año de la Tierra. Una cifra que es imperceptible por el ojo humano, pero que hace que el satélite se encuentre ya 18 veces más lejos de nosotros que cuando se creó hace 4.500 millones de años. A su vez, los expertos alertan de que, llegado el momento (y cuando la distancia sea considerable) este proceso producirá severos cambios por estos lares.
Al parecer, este fenómeno se sucede debido a que ?por causas naturales y que se relacionan con la fricción entre las masas de agua y el terreno- nuestro planeta está perdiendo velocidad de rotación. La relación de la Tierra con la Luna provoca que, cuando la primera se ralentiza, la segunda gane presteza a la hora de girar. Esto, a su vez, lleva a que su órbita se acelere y, por ende, que el cuerpo celeste se aleje cada vez más de nosotros.
A día de hoy los efectos de este alejamiento son imperceptibles, pero a medida que esta distancia vaya aumentando los días se harán más largos (aproximadamente dos milisegundos cada cien años), los inviernos serán más fríos y los veranos más cálidos. Todos estos efectos podrían ser peligrosos para la Tierra, aunque como se suele decir, ninguno de nosotros estará aquí para verlos, pues tendrán que pasar miles de años para que se produzcan.
FUENTE: Diario de Cádiz
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