lunes, 10 de diciembre de 2012

10 cosas que nunca deberías tirar al váter


10 COSAS QUE NUNCA DEBERÍAS TIRAR AL VÁTER

 

El váter de nuestras casas no es capaz de tragarse y digerir cualquier cosa. Contrariamente a lo que podríamos pensar, los vertidos industriales no son la causa principal de la contaminación que llega hasta las depuradoras. Son los hogares quienes lleva a la red de saneamiento una mayor cantidad de sustancias tóxicas y objetos que complican el tratamiento de las aguas fecales.

El grupo de trabajo de saneamiento de aguas urbanas del Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama), celebrado en Madrid del 26 al 30 de noviembre, ha elaborado un manual de buenas prácticas para identificar cuáles son las amenazas más importantes y qué efectos tienen sobre las depuradoras y el proceso de tratamiento.

Según este informe éstas son las 10 cosas que usted nunca debería tirar al váter.

 1.- Toallitas húmedas (bastoncillos para los oídos y similares). A pesar de que en muchas ocasiones son presentados por sus fabricantes como productos respetuosos con el medio ambiente por ser fabricados con materias primas orgánicas, generan importantes atascos y daños en los sistemas hidráulicos de la red de saneamiento.

 2.- Lejía y amoniaco. Estos productos son capaces de oxidar la materia orgánica o incluso de matar a una persona con sólo 40 mililitros en un litro de agua, como es el caso del ácido clorhídrico.

 3.- Medicamentos. Los fármacos pueden provocar importantes daños a los organismos acuáticos tales como problemas de crecimiento, disfunciones sexuales y taras genéticas. No es necesario una gran cantidad para causar este tipo de alteraciones en los seres vivos.

 4.- Pinturas y disolventes. Las sustancias químicas que forman estos productos hace que sean muy tóxicos al verterlos de forma directa al váter. Deben ir a un punto limpio.

 5.- Jabones y detergentes. Son sustancias formadas por fosfatos que, si se vierten de forma excesiva en el agua, pueden provocar el crecimiento de algas en perjuicio de otras formas de vida acuática. Los detergentes que se desechan tienen que eliminarse a través de unos procedimientos químicos muy costosos.

6.- Basura. Los residuos orgánicos deben ir al cubo de la basura para no provocar la contaminación de las aguas residuales, la sobrecarga y los atascos en las depuradoras con los sobrecostes que ello conlleva.

 7.- Aceites vegetales. Estos aceites al ser vertidos por el desagüe provocan unas bolas de grasa que atascan los colectores dificultando la salida de los gases y dando lugar a los malos olores en las ciudades. Cada litro de aceite contamina 1000 litros de agua. Se puede reciclar en nuestro propio colegio.

8.- Grasas alimentarias y aceite para el coche. A diferencia de las anteriores, estas tienen mayor capacidad de generar obstrucciones porque se arrojan de forma sólida. Los aceites y las grasas hacen que la generación de residuos en una depuradora se multiplique por 20.

 9.- Pesticidas e insecticidas. Se trata de sustancias químicas utilizadas para la desinfección de los cascos urbanos. Pero tienen un efecto muy grave sobre las estaciones de tratamiento.

10.- Tratamientos antical. Son productos denominados en el sector efluentes de equipos domésticos de tratamientos de aguas. Cada vez son más los hogares que utilizan equipos para reducir la cal y otras sales en el agua de consumo público. Esto tiene un efecto negativo, ya que puede provocar un incremento en la concentración de sales de difícil depuración y en el vertido a los cauces del agua depurada.

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